Aportes para abordar el malestar educativo actual en tiempos de lazos virtualizados

[Tercera temporada: Agosto 2022 – Actualidad]

«Volver a encontrar nobles puntos de anclaje», así termina un mensaje de nuestra querida colega Silvina Rita Fernández, quien desde Bariloche, allá por marzo de 2020 se presentó como «Maestra por whatsapp». Ella, que había compartido en nuestro dispositivo de trabajo lecturas y deseos de hacer de los malestares una oportunidad en tiempos previos a la pandemia, fue parte de nuestras inspiraciones para dar nacimiento a este espacio que dimos en llamar, «Lazos virtualizados». Nos despedimos de este lugar de encuentro en diciembre de 2021 con la promesa de retomarlo una vez transcurrido el descanso laboral/educativo de verano en estas latitudes.
Pero hubo una «pausa» que se convirtió en una suerte de «entretiempo», en el cual intentamos renombrar este espacio «lazos vitalizados». Una sustracción: apenas dos letras.
Sin embargo, los efectos de la virtualización forzada de los lazos mostraron sus indicios en los cuerpos infantiles, en las dificultades para el regreso a las aulas, en las tensiones grupales, en los desasosiegos en los equipos de trabajo y en las disputas entre familias y escuelas, entre otros. También fuimos aprendiendo de quienes van encontrando modos de lidiar con ello.

Mantenemos entonces esa marca de origen, la de los lazos virtualizados, yendo al encuentro de los modos en que lo vital puede hacerse lugar en los cuerpos que pueden sosegarse por la vía de la palabra y del lenguaje. Reinventando tramas colectivas que puedan sostener el movimiento, al encuentro de nuevos puntos de anclaje.
El pasaje de virtualizados a vi..t..alizados supone la sustracción de dos letras que dibujan un vacío y que nos invita al movimiento, a posibles encuentros. Vitalizar los lazos se dibuja como una apuesta, de cuya vigencia podremos ir dando testimonio, sin eludir los desencantos, la insistencia de los desasosiegos, para hacer de ellos una oportunidad.
La nominación «Lazos virtualizados», se nos impuso como un acto. Fue efecto del impacto que significó el giro de 360 grados en nuestras rutinas, hábitos y coordenadas de tiempo y espacio que nos impulsó a pensarnos en modo virtualizado pero sin ceder al lazo, aquello que nos enlaza al otro y a la cultura. «Momento de concluir», le decimos a lo que precipita en un acto, cuando lo pensamos en el movimiento del tiempo subjetivo, ese momento en el cual algo decanta, de lo cual nos anoticiamos una vez ocurrido. ¿Cómo leer, nombrar, esta pausa entre- tiempos, entre las vacaciones de verano y las de invierno por estos lares?. Lo pensamos hoy como nuestro «Tiempo de comprender» que hoy podemos nombrar como «el entre-tiempo del transitar post-pandémico», que se abre en una temporalidad extendida, y que nos invita a enfocar nuestras cámaras en lo que va aconteciendo, a rebobinar las filmaciones para volver a ver lo que hemos transitado. Lo llamamos «Instante de ver». Esta temporalidad retroactiva con la que nuestras subjetividades se van apropiando de lo transitado, en la que el instante de ver, el tiempo de comprender y el momento de concluir se van produciendo en un tiempo retroactivo, que nos invita a volver a ver, para relanzar el movimiento que nos permita «volver a encontrar nobles puntos de anclaje». Cuando tambalean las referencias, cuando el piso en el que caminábamos con sus tropiezos mas o menos conocidos se movió, el punto de anclaje resulta necesario para acompañarnos un caminar en arenas movedizas. Y se torna noble cuando es un punto de anclaje que nos mantiene en nuestra ruta, la del lazo educativo que vitaliza nuestra relación singular/colectiva con las cosas del mundo. Recogemos nuevamente la invitación y la convertimos en apuesta, a la espera de que un nuevo nombre decante, tal vez, para dar cuenta de este tiempo de «transitar educativo pospandémico», con sus desasosiegos y sus invenciones renovadas. A sabiendas de que la ilusión de un retorno al 2019, al tiempo previo a la irrupción de lo inesperado que tuvo ribetes impensandos, nos puede dejar en una encerrona. Entre las condiciones socio-históricas, las particularidades institucionales y las singularidades que las habitan, vamos transitando este «tiempo de comprender el transitar pospandémico», situando los concluires que pueden constituirse en renovados y nobles puntos de anclaje.

Van a encontrar en esta primera entrega de la «Tercera temporada de lazos virtualizados»:
En la sección ESCENAS, tres poemas pedagógicos a cargo de Silvina Rita Fernández.
En la sección Enlaces de Interés, una entrevista al escritor y psicoanalista Gustavo Dessal (Lazos, tecnologías y pandemia – Producción editorial publicada en Mayo de 2022 en el número 11 de la Revista INFEIES.), con la cual inaguramos nuestra sección de Entrevistas relativos a temas de interés para nuestra Clínica socioeducativa, coordinada por nuestra colega Ana Lía Yahdjian.
En la sección En los medios: una nota (Los afectos desbordados en la escuela de la pandemia), con cuyo tema iniciamos nuestro ciclo de «Conversaciones sobre los malestares emergentes pos-pandemia».
En la sección Formación: la apertura de la cohorte 26 del Diploma Superior (primer año de la carrera) y la apertura de la cohorte 13 del segundo ciclo de la Carrera de Especialización en Ciencias Sociales con mención en Psicoanálisis y Prácticas socio-educativas.

Entre desasosiegos e invenciones relanzamos esta tercera temporada de Lazos vi(r)t(u)alizados.

Perla Zelmanovich

IICSAL, FLACSO-CONICET