Agosto 2021 – Lazos virtualizados [Segunda temporada]
Hilvanar lo suelto. Atent@s a las señales.
I
Corrimiento de lo fuerte y ruidoso para escuchar el ritmo de los respirantes.
Valentina Gallo en «¿Qué es poética escolar?»
Juguete hecho a mano.
Maravilla en un recreo.
Orgullo de un@ niñ@ que da cuenta de una complicidad con un@ adult@: «lo hizo para mí».
Manos/tiempo/cuidado.
Aquellas cosas aún no capturadas del todo por el mercado.
Señales de que «el crimen no será perfecto» (tomando lo que Alemán plantea del capitalismo).
Complicidad, disponibilidad, imaginación, juego, tiempo, memoria, deseo.
Milagritos.
No pude más que pedirle permiso para registrarlo.
Su alegría no cabe en un posteo. No todo es capturable, una vez más. Y eso es genial.
II
Volvió a la escuela luego de unos días sin venir por un fuerte resfrío.
Llega temprano.
Voy preparando las cosas para arrancar la mañana y veo que está dando vueltas rápido, circularmente en la burbuja dibujada en piso.
Dibujar burbujas en el piso fue una primera invención divertida para señalar el cuidado que supone la distancia en la pandemia.
Sin dejar de dar vuelta y con una sonrisa me dice «seño, es que me estoy reiniciando, ¡como el circulito que se está cargando!»
Nos reímos juntas.»sos una genia», le digo, y me quedo pensando.
Dar tiempo a «la carga».
Espera.
Reiniciando modo escuela presencial.
Invenciones infantiles que hablan.
Hay modos, sí.
Transiciones necesarias también.
Acoples y desacoples.
Nada mejor que jugarlos.
Estar a la pesca.
III
La seño Sole nos propuso poner en juego dos objetos mágicos.
Hilo y aguja.
A puro hilván.
Yo venía hacía semanas con la urgencia de querer “hilvanar lo suelto”, fragmentaciones pandémicas, cortes interrupciones, irrupciones, frente a tanta urgencia de “normalidad”.
Asombrada por la pretendida idea de seguir ciegamente hacia adelante sin tomar en serio todo los que nos está/estuvo pasando.
Desfragmentarme-Integrar lo aprendido/vivido/padecido.
Y de nuevo algo de verdad allí en la burbuja del aula, en la simple secuencia de traspasar los agujeros, perforar lo obvio, acompañando el vaivén de la aguja hacia arriba y hacia abajo, tirar del hilo de la experiencia lo más que se pueda, hacerla camino, trazo, modo, orientación.
Pero claro, entre punto y punto nos quedaban espacios vacios (propios del hilván).
La seño Sole nos propone volver hacia lo hecho pero esta vez rellenando los espacios vacios con nuevas puntadas.
¡Qué bien se siente eso!
No fue fácil, se nos armaron unos líos, unos cruces de hilos, unos nudos grandes que se negaban a pasar por los agujeros previstos.
Ignorar eso y tirar a la fuerza trae problemas.
Sobrevinieron rupturas, cortes y suturas.
Con calma adulta la seño Sole nos dijo que siempre hay algo que se puede hacer, destejer, cortar, empezar de nuevo, inventar.
Algun@s niñ@s resultaron alt@s hilvanador@s. Yo ame la actividad tanto como ell@s.
Hacia adelante bancando arriba y abajos. Hacia atrás enlazando, volviendo a pasar, pero distintos.
Parece que la próxima semana hilvanaremos nuestros nombres.
¿Qué lazos nos unirán a cada un@ con él?
A puro hilván.
Puntadas que arman trama donde solo había un cartoncito con agujeros.
Desafíos de la escuela «¿post?» pandemia.
Silvina Rita Fernández
silvinarita.fernandez@gmail.com
Egresada del Diploma Superior en Psicoanálisis y Prácticas Socio-educativas
Maestra de primer grado de Escuela Vida, Gente Nueva, Bariloche, Río Negro, Argentina.