Hay un hilo que une

Hay un hilo que une

Yesica Molina

ymolina@flacso.org.ar

Psicoanalista, Secretaria Académica y Profesora/investigadora de la Carrera de Especialización en Ciencias Sociales con mención en Psicoanálisis y Prácticas Socioeducativas. Asesora en escuelas de gestión pública y privada del GCABA.

Secuencia de fotografías tomadas luego de que estudiantes y docentes dejan la escuela. ¿Cuáles son los signos de presencia que puede leerse ante la ausencia de los cuerpos?, ¿Cómo volvemos a habitar la escuela en tiempos de pandemia? En búsqueda de signos de presencia en la ausencia, la autora registró diversas fotos que luego hilvanó con un breve texto.

A pesar de las distancias y resguardos por la amenaza invisible, hay un hilo que une.

El deseo de encontrarse con otro, reflejarse en otro.

Una escena invita a pintarse de sol y humedecerse con letras, de la A a la Z, con sus múltiples e inesperadas combinaciones.

La mesa está servida: convida historias, canciones, crayones y números que presagian lo incalculable.

El deseo de jugar y aprender se revela en trazos de colores, firmando su presencia en el aula, su escuela.

En los salones vacíos se percibe la silueta de quienes dejaron sus voces y miradas. Un niño ríe por el sonido extraño de una palabra recién aprendida; una niña nos dona su luna reinventada… La infancia empapeló la seriedad de quienes se olvidaron de jugar.

La ropa tendida y el fin de fiesta anuncian un nuevo día, de dulzuras distantes.